La interpretación alegórica
- Jose Luis Torres
- 5 ene
- 3 Min. de lectura

¿Sabías que la mayoría de los que van a una consulta pastoral, no buscan un consejo, sino un complice? De esa misma manera muchos se acercan a las Sagradas Escrituras, esperando hallar en ellas las ideas preconcebidas que llevan consigo. Aunque uno de los principios fundamentales de la Reforma fue que la Biblia debe ser interpretada por todos los cristianos, creían los reformadores que esto debía ser de acuerdo con el significado que los autores originales intentaron comunicar, y no sobre la base de interpretaciones ajenas a ese contexto.
La Iglesia Católica Romana ha insistido en que la ayuda del Espíritu Santo no es suficiente para entender las Sagradas Escrituras, y que se requiere que alguna autoridad como el Magisterio o la Tradición de la Iglesia Católica. Si bien es cierto que, en ausencia de una dirección adecuada, se puede fácilmente malinterpretar la Biblia y llegar a conclusiones equivocadas, el remedio no es abandonar la interpretación directa de las Escrituras, sino seguir reglas hermenéuticas que nos guíen hacia una interpretación fiel.
Una de estas reglas fundamentales es la consideración del carácter humano de los libros de la Biblia. Como dice Packer: Todos los libros de las Escrituras son de composición humana y, a pesar de que siempre se los debe venerar como Palabra de Dios, su interpretación debe comenzar por su carácter humano. Por consiguiente, la alegorización, que no tiene en cuenta el significado expresado por el escritor humano, nunca es adecuada. *1
La interpretación de la Biblia debe comenzar con una apreciación de este carácter humano, lo que significa que el significado original de los textos no debe ser alterado mediante un enfoque alegórico que ignore la intención del autor inspirado.

La Alegorización
La alegorización implica atribuir a un texto un significado más allá del sentido literal, creyendo que cada elemento del relato esconde algún significado simbólico o espiritual. Si bien algunos libros de la Biblia, como Daniel, Zacarías o Apocalipsis, emplean un lenguaje simbólico, esto no justifica una interpretación alegórica generalizada. Cada libro de la Biblia, incluso aquellos que contienen símbolos y visiones, fueron compuestos de manera que los primeros lectores pudieran comprenderlos de forma clara, incluso si ciertos detalles requerían una interpretación más profunda.
Cuando nos alejamos demasiado del sentido literal del texto, corremos el riesgo de imponer nuestras propias ideas o doctrinas sobre lo que el autor, inspirado por el Espíritu Santo, pretendía comunicar. En lugar de permitir que el texto hable por sí mismo, la alegorización nos lleva a convertirlo en un mero vehículo para transmitir ideas que no se encuentran en el mensaje original de las Sagradas Escrituras.
Es crucial recordar que ningún libro de la Biblia fue escrito de manera codificada, sino que fueron redactados para que su mensaje fuera accesible a los lectores de la época. Esto es evidente cuando consideramos que muchos pasajes, aunque simbólicos, contienen un argumento claro que los primeros destinatarios pudieron entender sin necesidad de una interpretación alegórica.

El Espíritu Santo en la Interpretación
Si bien la interpretación de la Biblia debe ser fiel al texto y al contexto, hay un elemento espiritual que no se puede ignorar. La comprensión espiritual de la Biblia, no puede alcanzarse únicamente por medios humanos. Pablo lo expresa en 2 Corintios 3:16: "Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se apartará." La verdadera comprensión del mensaje de Dios solo se alcanza cuando el Espíritu Santo actúa en el corazón del creyente, revelando la verdad de Dios y provocando una respuesta de fe y obediencia. La interpretación correcta de la Biblia solo se logra cuando el creyente está dispuesto a ser guiado por el Espíritu Santo, orando y pidiendo sabiduría para comprender el texto de manera fiel y para vivir conforme a él.
En lugar de buscar un significado oculto detrás de cada palabra o relato, debemos buscar el sentido que los autores inspirados por el Espíritu Santo comunicaron a sus primeros lectores, y confiar en que el Espíritu Santo nos guiará a través de las Escrituras para conocer mejor a Dios y su voluntad.
*1. Packer, J. I. Tología Concisa Para Todos. Portavoz. Edición en Español, 2023.
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